España: Los payeses de sa Pobla abandonan superficie de tierra para la patata de invierno
La decisión de dejar de sembrar no es una medida de protesta, sino un acto de pura desesperación económica: "Nos sentimos fiscalizados, no defendidos"

La crisis de la patata poblera ha alcanzado un punto de no retorno. Los agricultores han decidido no sembrar más de 500 cuartones de tierra para la cosecha de invierno, que habitualmente se planta en verano. Este abandono masivo de cultivos, que los payeses prevén que se agrave aún más en la próxima campaña de exportación, es la consecuencia directa de un sector que se siente acorralado por la falta de apoyo, los precios injustos y la ineficacia de las políticas agrícolas.
El abandono, consecuencia de una crisis anunciada
La decisión de dejar de sembrar no es una medida de protesta, sino un acto de pura desesperación económica. Los agricultores, que llevan años alertando sobre la situación, han visto cómo la devastadora plaga del nematodo, unida a la restrictiva normativa europea que les ha dejado "sin armas" eficaces para combatirla, ha hecho que el cultivo sea inviable. La producción ha caído en picado y los costos operativos ya no se pueden cubrir, llevando al sector a una "ruina" de la que no ve salida.
Esta crisis en el campo es la confirmación de las sombrías previsiones que ya se gestaban en Europa en 2023. Informes técnicos que presuntamente fueron ocultos por la Comisión Europea ya preveían que la Agenda 2030 y su enfoque en políticas verdes radicales sin un apoyo estructural llevarían al abandono de las explotaciones agrícolas.
El abandono de tierras es también una respuesta directa a la falta de soluciones concretas de las administraciones, a pesar de las reuniones recientes con altos cargos como el conseller de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet , y el Director General de Agricultura, Fernando Fernández .
Los payeses insisten en que el problema no se ha resuelto aún, ni lo hará con ayudas puntuales, que además "siempre se las llevan los mismos". Su reivindicación es clara y concisa: "Nosotros queremos vivir de lo que producimos, que la producción sea rentable. Que tengamos un precio justo cuando llevamos el género al almacén".
La impotencia de los agricultores se traduce en una crítica feroz a una gestión que consideran desconectada de su realidad. "Nos sentimos fiscalizados, no defendidos", afirman, sintiendo que las soluciones propuestas, como la rotación de cultivos, son inviables para ellos. El abandono de estos más de 500 cuartones de tierra para la patata de invierno es el primer paso en lo que, según los payeses, será un final aún más drástico para el sector si no se toman medidas reales que garantizan su supervivencia.
Fuente: diariodemallorca.es