Argentina: "Durante el 2025 el productor papero ha trabajado a pérdida"
Alfredo Pereyra, presidente de la Federación Argentina de Productores de Papa, explicó la difícil situación que atraviesa el sector, con precios bajos y costos elevados.

La producción de papa en Argentina vive momentos difíciles. En una entrevista con Moviendo el Avispero de Elonce Radio & Streaming 98.7, Alfredo Pereyra, presidente de la Federación Argentina de Productores de Papa, explicó la complicada situación que enfrentan los productores del país. Según Pereyra, aunque este año la cosecha fue abundante, los precios han caído a niveles tan bajos que los productores se encuentran trabajando a pérdida. “El productor está pasando un momento malo de precios, hemos tenido una muy buena cosecha de papa, pero los precios son muy bajos, lo cual hace que estemos trabajando a pérdida”, afirmó.
La situación se agrava cuando se comparan los precios que el consumidor paga en las verdulerías con lo que recibe el productor. En la actualidad, una bolsa de papa de 18 kilos se paga entre 1.800 y 2.000 pesos en el campo, mientras que en el mercado puede costar hasta 4.000 pesos. A pesar de la alta oferta, los costos de cosecha son casi equivalentes a lo que se recibe, lo que deja poco o nada de ganancia. “Realmente se hace muy difícil poder cargarla, porque entre lo que se paga de último gasto y lo que realmente estás recibiendo, estamos recuperando quizás un 5% de la inversión”, explicó el presidente de la Federación.
Un sector con altos costos y bajo retorno
El panorama financiero es aún más sombrío cuando se considera el costo de la tierra y los insumos. “Una hectárea de papa cuesta entre 8 y 10 mil dólares la hectárea. Estamos recuperando prácticamente cero, este año ha sido una pérdida total”, expresó Pereyra. Para los productores, no se trata solo de los precios bajos, sino también de los gastos elevados para sembrar y cosechar. A pesar de las dificultades, la producción en el país se mantiene con alrededor de 80.000 hectáreas sembradas, distribuidas entre diversas provincias.
La región sudeste de la provincia de Buenos Aires es la principal productora, concentrando aproximadamente 45.000 hectáreas. “La zona más importante de cosecha es el sudeste, no solo por la cantidad de hectáreas, sino también por el rendimiento, que llega hasta las 45 toneladas por hectárea”, explicó. Sin embargo, las demás zonas, como el NOA y el centro del país, tienen rendimientos más bajos. Este desequilibrio en la producción contribuye a la inestabilidad de los precios.
Exportación, mercado interno y el futuro incierto
Otro tema relevante es la exportación de papa, que en la actualidad enfrenta fuertes barreras. Aunque la papa fresca no tiene gran salida al exterior debido a restricciones, el prefrito congelado tiene una mayor demanda. “De ese 25-30% que consume la industria, se exporta alrededor del 55-56%”, indicó Pereyra. Sin embargo, la situación en el mercado internacional también es complicada, con países como Europa y China ofreciendo precios más competitivos que los de Argentina.
El futuro de los precios de la papa para el próximo año es incierto, debido a la gran oferta mundial y las dificultades logísticas. Según el presidente de la Federación, “el mundo está lleno de papa, especialmente Europa, que ha tenido una excelente cosecha, lo que ha hecho que los precios caigan aún más”. Esto ha afectado principalmente las exportaciones a Brasil, que ha reducido sus compras en un 50%, ya que la papa europea es más barata y los costos de transporte son menores.
El impacto de las dificultades económicas en los productores
En cuanto al apoyo gubernamental, Alfredo Pereyra mencionó que las tasas de interés para créditos son muy altas, lo que dificulta aún más la situación de los productores. “Tomar un crédito sería suicidarse, con las tasas tan altas”, expresó. A pesar de ello, los productores continúan luchando por mantener su actividad, pidiendo sobre todo mejoras en la infraestructura vial, como la reparación de caminos.
Al ser consultado sobre la caracterización de la papa producida en Argentina, Pereyra aclaró que existen dos tipos principales: la papa blanca y la papa negra. Según él, “depende de la zona donde se produce, la papa de la zona más arenosa es más blanca, mientras que la del sudeste tiende a ser más negra”. Sin embargo, destacó que ambas son de la misma variedad y que la diferencia de color no afecta su calidad.
El panorama de la papa en Argentina es complejo, pero Alfredo Pereyra concluyó con una visión realista: "Este año ha sido una pérdida total, pero esperemos que el año próximo, con una mejor cosecha y precios más estables, la situación pueda mejorar". Mientras tanto, los productores siguen luchando por mantener sus cultivos y ofrecer un producto de calidad a los consumidores.
Fuente: elonce.com