España: La venta de patata de calidad cae a 4 millones de kilos

El consello regulador de la IXP Pataca de Galicia verificó un ligero descenso en la comercialización de tubérculo de calidad, en una cifra de 200.000 toneladas en la campaña 2015-2016 con respecto al anterior ejercicio.

Por primera vez en casi dos décadas, la cifra comercializada no pasó de los cuatro millones de kilos. Esta caída confirma el lento pero progresivo descenso en la venta de la mejor patata desde el año 2008 cuando se vendió casi el doble: 7,2 millones de kilos.

Las grandes capitales, Madrid y Barcelona, copan el mercado del mejor tubérculo gallego, pero en ciudades gallegas como A Coruña y Vigo también se vende patata con sello del Consello Regulador con sede en Xinzo desde hace más de un cuarto de siglo. «En esta campaña la patata se acabó antes en el mercado, no hubo tanta para vender como en anteriores ejercicios. De todas formas, el descenso ha sido leve y las cifras de los últimos años no han sufrido grandes variaciones», apunta el director técnico del organismo, Ricardo Losada.

Una menor cantidad de la siembra de la variedad Kennebec ha sido determinante para esta minoración.

Uno de los datos más llamativos de la última década en lo que respecta a la Indicación Xeográfica Protexida es la caída de los agricultores censados. Ahora mismo son 65 cuando hace nueve años superaban los 700.

La mejora de las condiciones climatológicas durante los pasados días permitió a algunos agricultores de la comarca de A Limia (sobre todo en el territorio de Xinzo) reiniciar las labores de plantación de siembra de patatas, demorada desde hace más de un mes por los anegamientos en las fincas. Los labradores, no obstante, temen que nuevas precipitaciones puedan volver a paralizar las labores de sementado e incrementar aún más las pérdidas por el descenso previsible en la producción por la tardanza en las labores de siembra. Esta circunstancia demorará la recogida de la cosecha de tubérculo hasta entrado el mes de octubre (lo habitual es hacerlo antes) y también perjudicará de forma notable al cultivo del cereal tremesino que también debió haberse sembrado en abril.