Perú: El sector papicultor produce a pérdida

El líder campesino Wilson Muñoz manifestó que la entrada de papa a Colombia proveniente de países como Ecuador o Perú ha afectado el mercado interno, donde los precios no compensan ni la inversión en las siembras. 

Como si fuera poco, explicó que se ha bajado la calidad de la papa por parte de algunos productores que han tomado la decisión de mezclar papa de diferentes calidades, afectando el tamaño. Señaló que de una calidad a otra el precio varía entre 15 y 20 mil pesos el bulto. 

Para compensar la inversión la alternativa de muchos es mezclar las variedades de papa. En la actualidad producir un bulto le costaría al campesino un promedio de 35 mil pesos, si se tiene en cuenta el arriendo del terreno, la preparación de la tierra, la mano de obra, la compra de los abonos y de empaques. 

La preocupación es porque los abonos tienen precios astronómicos que oscilan entre 90 y 92 mil pesos el bulto, lo que ha sido una constante queja que se ha presentado de manera directa al Ministerio de Agricultura. La producción no se compensaría porque en la actualidad un bulto de capira tiene un costo de entre 44 y 45 mil pesos y la parda superior o suprema hasta 35 mil pesos. 

Un promedio de 30 mil familias se dedican en el departamento de Nariño a la siembra y cultivo de papa, lo que convierte esta actividad en un renglón muy importante en materia económica. 

La actividad genera una gran cantidad de empleos directos e indirectos entre la siembra y la cosecha, lo que permite a muchas familias tener la posibilidad de subsistir en zonas apartadas donde no existen más oportunidades de trabajo. 

El llamado se realizó a los comercializadores de la central de acopio y de la plaza de mercado para que mejoren la venta de papa, ofreciendo ante todo calidad para no afectar el mercado local. La invitación se hizo a la comunidad de Ipiales para que consuma papa de la región y se apoye la actividad de los indígenas y campesinos que esperan por lo menos recuperar la inversión.