España (Galicia): Inspección no encuentra motivos para multar a los temporeros familiares

Los expedientes abiertos por la Inspección de Trabajo tras encontrar a personas laborando en el campo sin contrato se acaban cerrando sin multa económica en el caso de que sean familiares del propietario de la finca.

Cuando el inspector llega a la finca (o a una empresa) y se topa con personas sin contrato les pide que se identifiquen. Y se abre un expediente, con una parte dedicada al «contratante» y otra al «contratado» que no tiene papeles. Si el temporero no tiene a mano la documentación, desde la Inspección le citan para que acuda al día siguiente a las dependencias del organismo a presentarlas. Y, con ambas partes identificadas, se abre el proceso de alegaciones.

El trámite es el mismo se trate de trabajo al aire libre en el campo o en cualquier empresa. Lo que ocurre es que, en el caso de las labores agrícolas, el código de buena vecindad acaba por ser un eximente. «En Galicia, por tradición, a xente vén botar unha man ao traballo na terra, e vai sen asegurar porque é botar unha man», explica Xosé Ramón González, responsable de agricultura en Unións Agrarias. Al sindicato recurren muchos de los afectados, y son los abogados los que se encargan del papeleo.

Cuenta González que es un proceso algo engorroso, porque no siempre se consigue anular el expediente en el primer recurso y hay que acudir a una segunda tanda. Al final, para ver el expediente archivado muchas veces hay que esperar hasta seis meses. Eso sí, explica que siempre que han tenido denuncias por temporeros que eran familiares o amigos del patrón han ganado los agricultores y sus colaboradores. «Gañámolos todos porque o recolle o código de boa veciñanza», resalta el sindicalista. Pero, en el medio, los expedientados viven con una amenaza de sanción que va desde los 3.000 hasta los 10.000 euros.

En beneficio de la comunidad

¿Pero qué es el código de buena vecindad? El Estatuto de los Trabajadores recoge que están excluidos del ámbito de esa ley (entre otros) «los trabajos realizados a título de amistad, benevolencia o buena vecindad». Según explican los juristas, el trabajo de buena vecindad es aquel que conlleva un beneficio para la comunidad en la que uno reside, pues repercute en la mejora de la convivencia de la persona en el entorno. Un ejemplo cercano serían las labores realizadas por una comisión de fiestas, que trabaja para todo el pueblo y no recibe beneficio económico de vuelta. Y en la sociedad gallega la colaboración vecinal en las labores agrícolas o la matanza doméstica es toda una tradición.

Siguen las inspecciones

Por otro lado, la presencia de inspectores de Trabajo -acompañados de agentes de la Guardia Civil- en fincas de A Limia continúa siendo una realidad. Ayer mismo volvían a realizarse inspecciones en terrenos donde estaban siendo recogidas las cosechas de patata. La situación ha generado alarma en el sector.

Trabajo dice que busca a gente sin contrato en almacenes

Desde Medio Rural afirman que nunca van a actuar contra vecinos o familiares que hayan sido identificados mientras trabajaban en el campo

La Xunta de Galicia se ha interesado por obtener información de primera mano sobre la presencia de inspectores de Trabajo en las comarcas de A Limia o en fincas dedicadas a la viticultura en las que se practica la vendimia. Y lo hizo porque esta actitud les causó «preocupación e sorpresa», según confesó el presidente de la Xunta al término de la reunión semanal de su Ejecutivo.

Feijoo explicó que desde Medio Rural se han puesto en contacto con la Inspección y esta refirió que «en ningún caso» van a actuar contra vecinos o familiares que hayan sido identificados mientras trabajaban en el campo en determinadas labores, porque entre otras cuestiones, se trata de una actividad legal recogida en el Estatuto de los Trabajadores. Por ello entiende que la «tradición galega» de colaborar con el dueño de una explotación está «salvagardada».

La inspección fue más allá en sus explicaciones, según la Xunta, e indicó que su verdadero objetivo es localizar a personas que realizan una actividad en almacenes o firmas de cierta dimensión dentro del sector pero sin contrato, cuestión que le valió al jefe del Ejecutivo para interpretar que están operando para garantizar los derechos y el alta de todos los trabajadores.

En todo caso, la versión recibida no parece haber convencido del todo a la Administración autonómica, y por ello Feijoo ha señalado que si existe algún familiar o vecino de un propietario de tierras que haya sido identificado por participar en la vendimia o en la cosecha de patatas puede contar con asesoramiento de Medio Rural «a súa disposición» para aclarar cualquier duda.