España: Patata gorbea, el diamante escondido de Álava
El mundo de las patatas es más complejo y gourmet de lo que muchos piensan. Hay una patata perfecta para cada plato, y la gorbea es una de las más valoradas.
uando llegaron las primeras patatas a Europa nadie pensaba que se iban a convertir en uno de los ingredientes fundamentales para la cocina de medio mundo. Su facilidad de cultivo y aporte energético han convertido a este tubérculo en una joya de la alimentación, que con el tiempo se ha diversificado en decenas de variantes. Algunas de ellas han sido creadas por el hombre, como es la que hoy nos ocupa: la patata gorbea.
La importancia de la patata en tierras alavesas viene de lejos, hasta tal punto que su cultivo fue obligatorio ya en el siglo XIX y en el siglo XX se creó un observatorio dedicado a mejorar el producto y crear especies adaptadas perfectamente a las condiciones de terreno y clima de la zona. El mejor resultado de esta política fue la patata gorbea.
Estamos hablando de un cultivo muy limitado, ya que necesita de un gran seguimiento y es un alimento muy delicado. Se siembra en primavera y se recoge a principios de otoño. Presenta una piel fina, de color amarillo, y una carne muy blanca. Su forma es redondeada y de calibre medio.
Se aconseja usar la patata gorbea en guisos, cociéndola, ya que es de esa manera como mejor conserva sus excepcionales cualidades de textura y sabor, aunque también sale muy bien al horno o incluso frita. Así pues, es una patata versátil y que sirve tanto como ingrediente estrella como de guarnición.
Su cultivo está limitado a la zona de la Llanada Alavesa, aunque hay producción también en montaña. No es fácil encontrar esta variedad fuera del País Vasco, ya que apenas da para el consumo interno y una pequeña exportación al extranjero. Sin duda, un diamante muy bien aprovechado por los excelentes cocineros vascos.
Fuente: http://www.bonviveur.es/gastroteca/patata-gorbea-el-diamante-escondido-de-alava