Europa 24/02/2018
Generalidades: El mundo multicolor de las variedades de patatas
Sabías que la patata es, de lejos, el cultivo no cereal más importante en el mundo?. Incluso incluyendo a los cereales, solo tres especies (maíz, arroz y trigo) se cultivan más que la patata.

Para ser sinceros, llevaba tiempo con ganas de hablar de las patatas; pero hay tanto por contar que tendré que hacerlo por entregas para no aburrir al personal. Y para abrir boca, comenzaré por descubrir la enorme variedad de patatas, desconocida para muchos de nosotros.Con ustedes, doña Patata. Antes que nada unos datillos que revelan su tremenda importancia en la alimentación humana. Y es que, la humilde patata que nosotros vemos como un básico en la lista de la compra aunque peligrosamente” cargada de carbohidratos, aporta tal cantidad de energía y vitaminas que se considera un elementofundamental para la seguridad alimentaria de millones de personas en Suramérica, África y Asia.¿Sabías que la patata es, de lejos, el cultivo no cereal más importante en el mundo?. Incluso incluyendo a los cereales, solo tres especies (maíz, arroz y trigo) se cultivan más que la patata.Este tubérculo se cultiva en 100 países de todo el mundo (de 198 reconocidos por la ONU). Posiblemente ayude que la planta de la patata puede crecer desde el nivel del mar hasta los 4.700 metros sobre el nivel del mar y desde el extremo sur de Chile hasta Groenlandia.Según el Centro internacional de la Patata (CIP),una hectárea de patata puede dar de dos a cuatro veces más cantidad de alimento que los cultivos de grano. Las patatas producen más cantidad de alimento por unidad de agua que cualquier otro cultivo importante y son cerca de siete veces más eficientes en su uso que los cereales. Así que si te preocupa la huella hídrica de tu alimentación, ya sabes, come más patata y menos maíz.Nuestro mundo patatero, solo en blanco y marrón.La patata (Solanum tuberosum) pertenece a la familia de las solanáceas, la misma que tomates y berenjenas. Se originó y fue domesticada en la cordillera de los Andes. De allí proceden la mayoría de las 4.000 variedades de patatas nativas, con tamaños, colores y formas de lo más variado.Las patatas pueden tener la carne blanca, amarilla, rosada, rojo, púrpura o incluso azul. El color amarillo se debe a la presencia de carotenoides y el resto a las antocianinas, ambas sustancias antioxidantes. La cantidad de vitaminas y minerales también depende del color de la carne. Existen también cerca de 180 parientes silvestres de la patata, pero son demasiado amargos para comérselos. Es muy importante conservarlos como reserva de biodiversidad ya que poseen genes que aportan resistencia a enfermedades, ataques de insectos o a condiciones climáticas adversas, necesarios en la mejora genética de las patatas.Sin embargo, el universo patatero que encontramos en el mercado casi se reduce en patatas para cocer o para freír, de piel marrón o rojiza, carne blanca o amarilla, y con suerte cachelos gallegos. Menos mal que tenemos cerca a las Islas Canarias con su tremenda variedad de papas, directamente emparentadas con aquellas que vinieron de América allá por el siglo XVI.Usos de las patatas: en el almidón está la clave.En España se cultivan hasta 150 variedades, cada una con distintas características:color y textura de piel y carne, número de “ojos”, forma del tubérculo, aptitudes culinarias, productividad, precocidad de la brotación, resistencia a plagas y enfermedades entre otros.Estas características determinan su uso posterior, no solo en la cocina sino también en la industria (la patata está presente en alimentos procesados, medicinas, pegamentos, etanol, etc.). La mayoría de esas aptitudes se deben a la proporción de agua y almidón que contiene, su composición química y cómo se almacena dentro de la célula.Desde el punto de vista culinario hay dos tipos principales de patatas, las harinosas y las céreas. Las patatas “céreas”, tienen más proporción de agua y azúcares sueltos que de almidón. Por eso, al cocinarse tienden a compactarse y la patata mantiene su forma con mayor facilidad, lo que las hace más aptas para preparaciones con patata cocida que no queremos que se deshaga, como una ensaladas. No interesan para freír, ya que los azúcares libres son responsables de ese feo color parduzco que aparece a veces.Las patatas “harinosas” concentran más almidón, empaquetado en gránulos dentro sus células. Cuando se calientan, las células tienden a hincharse y separarse unas de otras, liberando el almidón. Estas patatas son perfectas para freír, asar al horno (tardan menos en hacerse), guisar (espesan el caldo) o hacer puré.La patata también es un producto de temporada.Uno de los criterios más empleados para clasificar las patatas es su ciclo de cultivo, es decir, desde que se siembran hasta que están listas para recogerse. Puede ser de noventa a doscientos días y da lugar a cuatro tipos básicos de patata:
- Precoces o extratempranas (90 días). Se cultivan en zonas de clima cálido y secosechan entre enero y abril. Pequeñas y delicadas, son ideales para cocer. No conviene comprar muchas porque se conservan mal. Difíciles de encontrar porque su cultivo es limitado y casi todas se exportan.
- Semitempranas(entre 90 y 120 días). Secosechan entre abril y junio.
- De media estación o semitardías (entre 120 y 150 días). Se cosechan entre junio y septiembre.
- Tardías(entre 150 y 200 días). Se cosechan hasta enero. Son las que mejor se conservan, ya que al cosecharlas cuando la planta prácticamente ya se ha secado el tubérculo está preparado para pasar el invierno bajo tierra.
Fuente: http://www.conocerlaagricultura.com/2014/10/el-mundo-multicolor-de-las-variedades.html