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Europa 12/04/2018

Galicia: Los análisis apuntan a que la plaga de la patata se quedó solo en Muxía

Las 300 pruebas realizadas en almacenes de los municipios vecinos dieron negativo

Es demasiado pronto para cantar victoria, más que nada porque en esta época del año todavía no hay vuelo de las polillas guatemaltecas para saber hasta dónde pudieron llegar, pero los primeros análisis realizados por la Consellería de Medio Rural invitan al optimismo. Tal como señaló ayer la directora xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, Belén do Campo, que es el alto cargo de la Xunta más al frente de la lucha contra la plaga de la patata, los 300 análisis realizados en almacenes particulares y profesionales tanto de Muxía, como de los municipios de la zona tampón dieron negativo. Es más, las inspecciones realizadas resultaron «asintomáticas», como señala Do Campo. Esto significa que la simple observación de los técnicos bastó para descartar la presencia de la temida Tecia solanivora Povolny sin necesidad siquiera en la gran mayoría de los casos de remitir las muestras al Laboratorio Fitopatolóxico de Galicia, el centro especializado de Mabegondo, que sí certificó la existencia de esta plaga en las tres explotaciones particulares de San Mariño de Ozón, que dieron lugar a toda esta cadena de actuaciones por parte de la Xunta.

La directora xeral reveló estos datos al término de la Comisión de Seguimento da Couza Guatemalteca da Pataca, precisamente para poner en común toda la información relativa a la inclusión de Muxía como concello gallego número 33, entre los declarados infectados, y también el señalamiento de Muxía, Cee, Camariñas, Dumbría, Vimianzo y Fisterra como zona tampón. «Reunímonos cada catro ou cinco meses [también están los técnicos de la Fegamp, el Laboratorio Fitopatolóxico y la IXP Pataca de Galicia] e nesta ocasión para centrar o tema de Muxía, explicar o traballo que se desenvolveu», señaló Do Campo, quien dio cuenta de las resoluciones del 27 de marzo y del 6 de abril, de la reunión con los alcaldes, las charlas en los concellos, los almacenes revisados y la «actuación inmediata» de su departamento. Eso sí, sigue insistiendo en la necesidad de la colaboración de almacenistas y particulares. Además, llama a la prudencia, porque «nestes momentos a couza aínda non está en voo», con lo cual los próximos meses resultarán claves para determinar su alcance. Por el momento, los muxiáns tienen hasta el jueves de la semana que viene para comunicar sus plantaciones y los vecinos de las zonas tampón hasta el 31 de mayo.

«É tranquilizador, dende logo. Constatamos que, polo menos, non é unha cuestión tremendamente alarmante, xa que parece que o grao de infestación está controlado e non é tan avanzado. De todos modos, sabemos tamén que non é o mellor momento para detectar a praga, xa que non hai voos nesta época do ano. O que pase, pasará despois. En todo caso é unha boa noticia, unha gran noticia. No noso caso, habemos de colaborar todo o que se poida e facer as cousas o mellor posible, porque é a nosa obriga», dice el técnico coristanqués Juan Carlos García Pose, de Casa da Tulla.

Las trampas que están colocadas determinarán ahora la evolución del problema

Al margen de los análisis realizados a partir de las muestras de los almacenes, la clave para determinar de manera más o menos definitiva que la plaga no ha salido de San Martiño de Ozón son las trampas colocadas en el propio municipio de Muxía, en las zonas tampón y también en las zonas libres colindantes.

Estos artilugios, que en el campo son unos paneles impregnados con un material gomoso en el que los insectos quedan pegados, funcionan «cun atraínte de feromonas», como explicaba en Vimianzo el jefe de área de Explotacións Agrarias, José Manuel Santos Maneiro. Por tanto son los machos de Tecia solanivora Povolny los que quedan atrapados en ellos y, a partir de ahí, se determina la presencia.

En los que ha podido observar directamente La Voz en Muxía y Cee no se ve nada parecido a una polilla, únicamente hay moscas y mosquitos comunes en pequeña cantidad, aunque esta tarea es bastante más compleja que lo que se ve a simple vista y deben ser los técnicos los que determinen qué es lo que contienen las trampas después de un proceso de laboratorio.

De ahí que desde Medio Rural incidan en que de esta parte de la campaña en campo abierto se encarga la Xunta, aunque esté recomendado que cada particular coloque una trampa en su propio almacén, que además debe tener limpio y desinfectado, ya que es en estos recintos donde sí funcionan algunos fitosanitarios concretos, ya que los que existen para las fincas se han demostrado prácticamente inútiles. Tampoco sirve de nada colocar multitud de trampas, más bien al contrario, porque podrían ser un reclamo.

La lluvia preocupa en Coristanco tanto o más que la polilla

Si el pasado 24 de marzo los agricultores y ganaderos hablaban preocupados de los retrasos provocados por la lluvia en sus cultivos, la situación, casi tres semanas después, dista mucho de mejorar. Mientras no amaine la humedad, poco se puede hacer en la tierra más que «tirar os cartos».

A estas alturas, explica Juan Carlos García Pose, alrededor de un 20 o 30% de la producción estaría ya plantada en las fincas, con lo que el retraso -estimado en mes o mes y medio- es ya notable. «Chegaremos tarde ao mercado, diso non cabe dúbida», indica García Pose, aunque todavía están en tiempo. «Como técnico sempre dixen que a mellor pataca é a plantada entre o 15 de abril e o 15 de maio», añade. Sin embargo, el hecho de plantar antes no siempre implica recolectar con más celeridad, ya que hay muchos condicionantes a tener en cuente: el clima, la sequía, la temperatura de la tierra...

«O ano pasado anticipámonos bastante. Xa en agosto tiñamos as primeiras patacas fóra no mercado. Este ano, dende logo, non será así, pero iso non quita que remate sendo unha boa tempada».

Los ciclos de cultivo son sin duda impredecibles, y para ello pone el ejemplo de los años 2016 y 2017: en el primero llovió mucho a inicios de temporada y después vino una sequía que mermó considerablemente la cosecha; el 2017 comenzó más seco pero, sin embargo, vinieron precipitaciones «moi axeitadas e moi ben distribuídas», que desembocaron en una cosecha extraordinaria. «Estes temas da natureza son impredicibles», reflexiona.

Uno de los aspectos que más preocupa a los productores, sin embargo, es la dependencia de terceros. «As empresas agrícolas que nos veñen facer traballos non saben como van dar feito. O traballo que normalmente facían en tres meses agora terán que distribuílo en dous, ou menos», incide el empresario. Mientras tanto, se centrarán en labores previas, como la recepción y preparación de la simiente.

Fuente: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/carballo/muxia/2018/04/12/analisis-apuntan-plaga-patata-quedo-solo-muxia/0003_201804C12C1992.htm


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