Ciencia: El devastador patógeno del tizón de la papa se originó en Perú
Un estudio sobre ‘Phytophthora infestans’, famoso por la hambruna irlandesa del siglo XIX, desafía la teoría de que su origen estuvo en México
Un nuevo estudio desafía la teoría común de que el devastador patógeno del tizón de la papa, Phytophthora infestans, se originó en México. Los investigadores reconstruyeron meticulosamente su historia migratoria global y descubrieron que probablemente se originó en los Andes sudamericanos antes de extenderse por todo el mundo. Esta investigación proporciona información importante sobre el viaje evolutivo del patógeno, que es crucial para desarrollar mejores estrategias de manejo de enfermedades en todo el mundo.
P. infestans es famoso por causar la hambruna irlandesa de la papa en el siglo XIX, pero sigue siendo una gran amenaza para los cultivos de papa a nivel mundial. Comprender su migración y diversidad genética es clave para combatir su propagación. Centrándose en rastrear la migración del patógeno hacia Colombia, los investigadores utilizaron métodos estadísticos avanzados para reconstruir las rutas de migración probables mediante el análisis de datos genotípicos de 1.706 aislados recolectados en todo el mundo.
El estudio propone que P. infestans se originó en Perú antes de migrar al norte a Colombia y México y luego extenderse a Estados Unidos, Europa y Asia. Esto contrasta con teorías anteriores que sugieren un origen mexicano seguido de una expansión a América del Sur. Curiosamente, el estudio no encontró evidencia de que el patógeno regresara al norte de América del Sur después de estas migraciones.
“Aunque la población colombiana actual se originó en Perú, la aparente falta de introducciones repetidas desde países vecinos sugiere que las migraciones internas podrían ser más frecuentes”, dijo Camilo Patarroyo, primer autor del estudio publicado recientemente en Phytopathology. “Esto debe ser monitoreado cuidadosamente para prevenir la propagación de nuevas variantes que podrían complicar el control de la enfermedad”.
El estudio también enfatizó la importancia de la colaboración internacional en el seguimiento y manejo de P. infestans. La investigación subraya la necesidad de una cooperación global para combatir los patógenos vegetales, con organizaciones como EuroBlight, USABlight y Tizón Latino desempeñando papeles vitales.
Uno de los hallazgos más destacados fue la fuerte señal geográfica observada en los datos genéticos del patógeno, lo que respalda la hipótesis de eventos migratorios raros y significativos en lugar de movimientos continuos a pequeña escala. Esta información es crucial para desarrollar medidas de control específicas que se centren en prevenir estas migraciones raras pero impactantes.
El estudio propone que P. infestans se originó en Perú antes de migrar al norte a Colombia y México y luego extenderse a Estados Unidos, Europa y Asia. Esto contrasta con teorías anteriores que sugieren un origen mexicano seguido de una expansión a América del Sur. Curiosamente, el estudio no encontró evidencia de que el patógeno regresara al norte de América del Sur después de estas migraciones.
“Aunque la población colombiana actual se originó en Perú, la aparente falta de introducciones repetidas desde países vecinos sugiere que las migraciones internas podrían ser más frecuentes”, dijo Camilo Patarroyo, primer autor del estudio publicado recientemente en Phytopathology. “Esto debe ser monitoreado cuidadosamente para prevenir la propagación de nuevas variantes que podrían complicar el control de la enfermedad”.
El estudio también enfatizó la importancia de la colaboración internacional en el seguimiento y manejo de P. infestans. La investigación subraya la necesidad de una cooperación global para combatir los patógenos vegetales, con organizaciones como EuroBlight, USABlight y Tizón Latino desempeñando papeles vitales.
Uno de los hallazgos más destacados fue la fuerte señal geográfica observada en los datos genéticos del patógeno, lo que respalda la hipótesis de eventos migratorios raros y significativos en lugar de movimientos continuos a pequeña escala. Esta información es crucial para desarrollar medidas de control específicas que se centren en prevenir estas migraciones raras pero impactantes.
Al comprender los patrones históricos de migración de P. infestans, los científicos y agricultores pueden predecir y prevenir mejor brotes futuros. Este conocimiento también ayuda a mejorar variedades de papa más resistentes, lo que en última instancia contribuye a la seguridad alimentaria mundial.
Silvia Restrepo, autora principal del estudio y presidenta del Instituto Boyce Thompson, destacó el impacto más amplio y afirmó: “Nuestro trabajo no sólo desentraña las migraciones pasadas de P. infestans sino que también proporciona un marco para predecir sus movimientos futuros. Esto es esencial. Necesitamos esfuerzos globales para salvaguardar los cultivos de papa contra esta amenaza persistente”.
Esta investigación demuestra cómo los datos históricos combinados con el análisis genético moderno pueden iluminar las vías de uno de los patógenos más notorios de la agricultura. Los hallazgos allanaron el camino para mejorar las estrategias de manejo de enfermedades, garantizando un futuro más seguro para el cultivo de papa en todo el mundo.
Fuente: Phytopathology