Cuba (Villa Clara): El mensaje que nos dejó la papa
Ojalá pudiera venderse de todo sin cola, pero mientras la producción no brinde esa garantía, el mensaje que nos dejó la distribución de la papa, merece amplificarse y generalizarse.

De papa voy a seguir escribiendo aunque la mayoría no cuente ya con el gustado tubérculo en el viandero, porque al igual que debemos criticar lo que se hace mal, no debe ahorrarse tiempo ni palabras en reconocer al que logra resultados encomiables.
Y la agricultura en Villa Clara demostró en esta campaña que cuando se hacen bien las cosas, cuando se atiende con esmero el cultivo y el clima ayuda, se pueden obtener los mejores rendimientos del planeta para un clima tropical.
No exagero. Haber superado las 26 toneladas por hectárea, o sea más de siete mil quintales por caballería, se inscribirá en el libro de los record y llevó al país a indicar que nuestra provincia incremente la siembra de papa en la próxima campaña.
Así debe ser, en consonancia con la política y la lógica, poner los recursos, incluyendo la costosa semilla importada, donde signifique alcanzar una mayor producción.
Mención especial merecen los sagueros con su mágico rendimiento de 33 toneladas por hectárea aunque también los productores de Remedios y los que atendieron el cultivo en los negros suelos del Valle del Yabú tienen motivos para festejar su triunfo.
Es justo reconocer a un fiel discípulo del desaparecido José Felipe Varea, el afable Adalberto Machado, al frente del cultivo en la provincia quien no dejó de hurgar en cada cordel sembrado para alertar a tiempo de los problemas y darles solución inmediata.
Y claro que el consejo de dirección de la agricultura le dio seguimiento prácticamente diario para que todas las labores se hicieran con calidad desde la preparación del suelo, la siembra, el riego y la atención fitosanitaria hasta la cosecha y distribución.
Y con este punto debo terminar. Es fácil imaginar lo que habría ocurrido si la papa se hubiera distribuido por la libre como en años anteriores. Los consumidores reconocen la sabia decisión de la máxima dirección del país de distribuir la reina de las viandas, que nos gusta a todos, de manera normada, y que haya llegado hasta la última placita o bodega del más lejano municipio.
Claro que para consumir más hay que sembrar más, pero este es un pueblo educado por Fidel en el espíritu de equidad y jamás se adaptará a que los que tienen más dinero, muchas veces ni siquiera bien habido, lo acaparen todo.
Ojalá pudiera venderse de todo sin cola, pero mientras la producción no brinde esa garantía, el mensaje que nos dejó la distribución de la papa, merece amplificarse y generalizarse.
Fuente: http://www.cmhw.cu/en-villa-clara/7074-el-mensaje-que-nos-dejo-la-papa