España (Carballo): La oferta hace caer el precio de la patata hasta los 60 céntimos

La escasez del año pasado se ha tornado abundancia y las patatas que desde septiembre no bajaban de un euro han experimentado un notable bajón. Ayer cotizaron a 60 céntimos el kilo en el mercado de Carballo, pero se podían conseguir por menos, dependiendo del calibre.

De momento el precio es bastante bueno, pero estamos en plena campaña de recolección y todavía queda mucho producto por recoger. De hecho, la lluvia de ayer supuso un parón en las tareas que se están desarrollando ya en toda la zona y que alcanzarán su punto álgido el próximo mes. Para entonces la previsión es que los precios vuelvan a bajar, debido a la cantidad de producto que llegará a los mercados locales.

Hace ya unos años que los profesionales del sector, que cada vez son más, realizan varias plantaciones para que realizar recolecciones espaciadas y no sobrecargar al mercado. Sin embargo, a nivel comarcal, las ventas dependen mucho de las pequeñas cosechas familiares. Los excedentes llegan a las ferias casi al mismo tiempo y tienden a hacer que baje la cotización.

La cosecha anterior fue escasa e incluso regular de calidad, pero los precios se mantuvieron elevados. Influyeron las plagas que asolaron la zona y que, debido al cambio de normativa, muchos agricultores aficionados no llegaran a plantar. Otros perdieron la cosecha entera.

Este año, sin embargo, ha sido bueno para la patata. No hubo demasiada agua y los días de humedad no coincidieron con los de calor, por lo que el mildiu se mantuvo a raya.

Los frutos son este año de buen calibre y casi todos sanos, aunque ha habido importantes fracasos, sobre todo en la agricultura ecológica, donde han perdido buena parte de la cosecha.

No parece haber temor en el sector con respecto a la polilla guatemalteca, cuya presencia en Galicia redujo el número de terrenos plantados, sobre todo en la zona de Ferrol. La prohibición se mantiene, pero ahora la escasez de las comarcas afectadas vuelve a jugar a favor del mercado local.

En cuanto vuelva el sol se reactivarán los trabajos en las huertas, donde la labor es cada vez más profesional, sobre todo tras la creación en Coristanco de una marca propia, aunque sin poder usar la denominación de origen.