Argentina: Calingasta apuesta a la diversificación con semilla de papa

"Es una buena alternativa y queremos que siga. Si sale bien será muy bueno para nosotros, y aunque no teníamos experiencia en el cultivo de papa para semilla, tuvimos mucho cuidado”, dijo Sergio Donoso, productor de Calingasta.

Allí, los pequeños productores apostaron por primera vez a la producción de semillas de papa y esta prueba piloto tuvo resultados muy positivos. Contaron con la ayuda del Municipio y del Ministerio de Producción y Desarrollo Económico que aportó $300.000 del Fondo Rotario. Con esa suma se compraron las semillas certificadas y los agroquímicos que usaron unos 20 productores en 25 hectáreas.

"Para nosotros es nuevo de lo papa, este es el primer año, antes hacíamos ajo solamente. Es una esperanza, aún no lo terminamos pero si conviene vamos a seguir con eso, sin dejar el ajo que es lo que hice siempre”, dijo Bartolo Contreras, también productor de la zona.

Con esta diversificación los productores apuestan a más posibilidades económicas y no quedar atados a los vaivenes del ajo, que hasta hace poco era su principal cultivo. Pero como pasa en el Gran San Juan, los precios internacionales y el alza en los costos de producción hicieron disminuir sensiblemente las hectáreas de ajo. En Calingasta pasaron de unas 800 hectáreas en el año 2000 a las actuales 220 hectáreas.

La semilla para papa cuenta con antecedentes exitosos en el departamento, hay tres empresas privadas que la producen en la zona, la más antigua lleva 8 años. Entre las tres ocupan 70 hectáreas en este cultivo. Este valle cuenta con ventajas para la producción de semilla de papa frente a otras zonas, por sus condiciones de sanidad óptimas, libre de enfermedades.

Se apostó a la semilla (que es un bulbo) porque es mucho más rentable que la papa para consumo, ésta tiene un valor en la feria de unos $100 la bolsa de 28 kilos, mientras que la bolsa de 50 kilos de semilla puede alcanzar los $500.

"Yo alquilo tierras en Barreal y tengo cultivadas 2 hectáreas de ajo 2 y 1 hice con papa para semilla. Lo hicimos con ayuda, nos dieron las semillas, abono y asesoramiento técnico; y también las certificaciones necesarias”, dijo Contreras. 

Horacio Rubilar, al frente de la oficina de Producción de la Municipalidad de Calingasta, dijo que el año pasado viajaron a Malargüe para aprender cómo trabajan ellos la semilla de papa, ya que tienen similares condiciones de suelo y clima. Volvieron con la convicción de que tenían que intentarlo.

En noviembre de 2014 iniciaron la siembra y en febrero de 2015 cosecharon y acopiaron. Obtuvieron muy buenos rindes, aunque diferentes según la variedad, las que plantaron en esta primera experiencia fueron Inicial I y II, Spunta y Kennebec.

"Ya hay interesados en comprar esta semilla, tanto de las empresas que producen acá como de productores de Córdoba. Hay promedio unas 400 bolsas por hectárea. Otra ventaja es que  tiene un ciclo de producción corto en comparación con el ajo, pero en contra tiene que la tierra necesita rotación de dos años como mínimo para volver a plantar semilla de papa”, dijo Rubilar.  

La idea de producir en San Juan estas semillas y también papa para el consumo se inició en el 2012 en el Ministerio de Producción; en 2013 sacaron una Resolución -N°814- que  declaró de interés la producción de papa semilla y definió como "área protegida” para el cultivo a los Valles de Calingasta e Iglesia. 

También se contemplaron las pautas esenciales para reglamentar el cultivo de papa que resguardan o protegen la sanidad y calidad requeridas por las autoridades fitosanitarias nacionales e internacionales.

"Es una buena alternativa y queremos que siga. Si sale bien será muy bueno para nosotros, y aunque no teníamos experiencia en el cultivo de papa para semilla, tuvimos mucho cuidado”, dijo Sergio Donoso, productor de Calingasta.

Allí, los pequeños productores apostaron por primera vez a la producción de semillas de papa y esta prueba piloto tuvo resultados muy positivos. Contaron con la ayuda del Municipio y del Ministerio de Producción y Desarrollo Económico que aportó $300.000 del Fondo Rotario. Con esa suma se compraron las semillas certificadas y los agroquímicos que usaron unos 20 productores en 25 hectáreas.

"Para nosotros es nuevo de lo papa, este es el primer año, antes hacíamos ajo solamente. Es una esperanza, aún no lo terminamos pero si conviene vamos a seguir con eso, sin dejar el ajo que es lo que hice siempre”, dijo Bartolo Contreras, también productor de la zona.

Con esta diversificación los productores apuestan a más posibilidades económicas y no quedar atados a los vaivenes del ajo, que hasta hace poco era su principal cultivo. Pero como pasa en el Gran San Juan, los precios internacionales y el alza en los costos de producción hicieron disminuir sensiblemente las hectáreas de ajo. En Calingasta pasaron de unas 800 hectáreas en el año 2000 a las actuales 220 hectáreas.

La semilla para papa cuenta con antecedentes exitosos en el departamento, hay tres empresas privadas que la producen en la zona, la más antigua lleva 8 años. Entre las tres ocupan 70 hectáreas en este cultivo. Este valle cuenta con ventajas para la producción de semilla de papa frente a otras zonas, por sus condiciones de sanidad óptimas, libre de enfermedades.

Se apostó a la semilla (que es un bulbo) porque es mucho más rentable que la papa para consumo, ésta tiene un valor en la feria de unos $100 la bolsa de 28 kilos, mientras que la bolsa de 50 kilos de semilla puede alcanzar los $500.

"Yo alquilo tierras en Barreal y tengo cultivadas 2 hectáreas de ajo 2 y 1 hice con papa para semilla. Lo hicimos con ayuda, nos dieron las semillas, abono y asesoramiento técnico; y también las certificaciones necesarias”, dijo Contreras.

Horacio Rubilar, al frente de la oficina de Producción de la Municipalidad de Calingasta, dijo que el año pasado viajaron a Malargüe para aprender cómo trabajan ellos la semilla de papa, ya que tienen similares condiciones de suelo y clima. Volvieron con la convicción de que tenían que intentarlo.

En noviembre de 2014 iniciaron la siembra y en febrero de 2015 cosecharon y acopiaron. Obtuvieron muy buenos rindes, aunque diferentes según la variedad, las que plantaron en esta primera experiencia fueron Inicial I y II, Spunta y Kennebec.

"Ya hay interesados en comprar esta semilla, tanto de las empresas que producen acá como de productores de Córdoba. Hay promedio unas 400 bolsas por hectárea. Otra ventaja es que  tiene un ciclo de producción corto en comparación con el ajo, pero en contra tiene que la tierra necesita rotación de dos años como mínimo para volver a plantar semilla de papa”, dijo Rubilar. 

La idea de producir en San Juan estas semillas y también papa para el consumo se inició en el 2012 en el Ministerio de Producción; en 2013 sacaron una Resolución -N°814- que  declaró de interés la producción de papa semilla y definió como "área protegida” para el cultivo a los Valles de Calingasta e Iglesia.

También se contemplaron las pautas esenciales para reglamentar el cultivo de papa que resguardan o protegen la sanidad y calidad requeridas por las autoridades fitosanitarias nacionales e internacionales.

Experiencia iglesiana

El año pasado, también como iniciativa del Ministerio de Producción, realizaron una prueba piloto de 15 hectáreas en el departamento Iglesia con siembra de papa. A los productores que presentaron su interés en participar del proyecto, les entregaron hasta 50 bolsas de semilla de papa por hectárea. A su vez, la  municipalidad de Iglesia puso la maquinaria, INTA y Prosap, la capacitación y asistencia técnica, y Barrick entregó los agroquímicos necesarios.