Salud: La formas más sanas de consumir la patata
“La patata ni engorda ni adelgaza y, dependiendo de cómo se prepare, va a ser saciante o poco saciante”, ha dicho en más de una ocasión en diversas plataformas de comunicación Aitor Sánchez, dietista nutricionista, escritor y divulgador.
Sánchez a su vez explica además, que frita es poco saciante, mientras asada es uno de los alimentos más saciantes que existen.
Sin embargo, lo más importante con respecto a la patata es saber cómo es más saludable tomarla porque “Al ser tan rica en almidón es importante saber cómo tomarla para maximizar sus beneficios en nuestro organismo”, indican desde Futurlife. Curiosamente, importa tanto la técnica de cocina que se utilice para la patata, como la temperatura a la que se consuma. Ambas cuestiones se añaden a la más elemental: con qué otros ingredientes se combine, porque no es lo mismo una hamburguesa con patatas, fritas o asada, que unas patatas guisadas con sepia y verduras, por ejemplo.
Cómo es mejor cocinarla
La técnica de cocinado influye muchísimo en el contenido calórico de la patata, como bien explica Elisa Escorihuela Navarro, fundadora de Nutt, empresa especializada en nutrición: “La diferencia de calorías entre una patata asada y las patatas fritas a mi me gusta gusta comparar las patatas con una esponja, es decir, como una estructura porosa que en su interior contiene agua”, indica. Según Escorihuela, siguiendo con este simil, “ Cuando sumergimos las patatas en aceite hirviendo, esta se evapora (por eso salen esas burbujitas) y en el lugar del agua penetra el aceite, que ya sabéis que contiene 9 Kcal / gramo… por lo que de ahí viene ese aumento de calorías tan considerable”, dice.
En el texto donde divulga acerca de la patata, la nutricionista aporta una infografía muy interesante para comparar visualmente la cantidad de patatas dependiendo de la técnica de cocción que equivaldrían a las mismas calorías que una patata cruda. Las diferencias entre comerlas cocidas o asadas y en cualquiera de sus versiones fritas es muy grande.
Como ves, freír patatas no es saludable, pero sí es cierto que hacerlas en casa, por lo menos te permite controlar el tipo de aceite que se usa, la sal a utilizar y la calidad de la patata -las industriales, no siempre son patata al 100%-.
En cambio, “Sigue siendo un frito, por lo que no es la preparación a priorizar. Mejor tomar patatas en otras preparaciones culinarias -él recomienda, sobre todo, asadas-”, aconseja Aitor Sánchez un post antiguo publicado en sus redes sociales acerca de este alimento tan consumido en nuestro país. Es importante, si se consume frita en casa, que el aceite sea de calidad, que controlemos la temperatura del aceite y, sobre todo, que las escurramos bien para rebajar el contenido final de aceite en las patatas.
La influencia de la temperatura a nivel nutricional
Sobre la influencia de la temperatura en las características nutricionales de la patata advierte el equipo de Futurlife. “La patata tiene un índice glucémico alto tomada recién hecha, aporta principalmente azúcar en forma de almidón. Es más fácil que se acumule en forma de grasa si se toma así, ya que los niveles de insulina suben rápidamente”, indican. Para que el índice glucémico baje, añaden, se debe deja enfriar “ porque aparece el almidón resistente, que es muy buen alimento para las bacterias beneficiosas (igual que la fibra de las verduras). Sube menos la insulina y es más difícil que se acumule en forma de grasa”, concluyen.
Por este motivo, ellas recomiendan incluir la patata, en todo caso, en platos fríos como ensaladas y acompañada de verduras (y no desplazándolas, como es habitual) y grasa buena, y en caso de que se cocine a menudo, que se deje enfriar en la medida de lo posible. Así que ya sabes, si te gusta la tortilla de patatas fría, ”estás de suerte”. Y si no es tu caso, como dice el equipo de Futurlife, “tomar tortilla de patata caliente recién hecha con pan (mejor saludable) es uno de los mayores placeres de la vida; aunque no sea “la mejor” forma de tomarla, disfrutar de ella así, también es salud”.
De todos, independientemente de cómo decidas introducir la patata en tu dieta, lo más importante a tener en cuenta de todo lo detallado a lo largo de esta pieza además de la diferencia nutricional entre freír y asar una patata es no sustituir verduras por este alimento porque nutricionalmente es de mucha peor calidad.
Por esto mismo, no se debe preparar un menú semanal pensando en la patata como ingrediente principal, sino en la proteína. Y así ocurre también con la pasta o el arroz, por ejemplo. “En esto fallamos en España en general”, afirma Aitor Sánchez, que explica cómo se debe preparar un plan de comidas casero saludable y variado: “El menú se debe pensar desde la proteína (carne, pescado, huevos, legumbres), luego las verduras y, ya si te hacen falta, los hidratos”, asegura a modo de conclusión.
¿Y la piel?
Antes de poner punto y final a este pequeño monográfico sobre la patata, no queríamos olvidarnos de la piel, una parte de este alimento que también genera muchas dudas.
Afortunadamente, son sencillas de resolver, ya que la piel de la patata, que es comestible, sí aporta nutrientes a la patata completa, especialmente fibra, osea que no es peor comerla con piel que sin ella. En todo caso, al revés. Lo que sí es recomendable quitar son las partes verdes de la patata porque contienen muchos alcaloides, sustancia química perjudicial para la salud.
Fuente: miarevista.es
