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Europa 15/08/2021

España (Vigo): "El rey obligó a plantar patatas durante la guerra contra Portugal"

A comienzos del siglo XIX todavía era un cultivo escaso en Vigo

La guerra contra Portugal de 1801 dejó en evidencia un grave problema de carestía de cereales. La llegada a Galicia del ejército del marqués de San Simón aumentó la demanda de alimentos de una forma considerable. Esta situación se notó especialmente en el sur de la provincia de Tui, el espacio más próximo a la frontera con Portugal, donde se situó el ejército. Vigo, entonces pertenecía a la provincia de Tui.

Para corregir la situación, el intendente general de Galicia remitió una orden al juez alcalde de Tui por la que se pretendía fomentar el cultivo de la patata. Señalaba el documento que era voluntad del rey que se cultivase este tubérculo «como alimento sano para el hombre y no menos que para toda clase de animales, al que se agrega la ventaja de ser menos expuesta a faltar por las intemperies y de productos maiores que el de los granos».

Se mencionaba en la misma misiva que había carestía de víveres, y más al estar «un cuerpo extraordinario de tropas con destino a la frontera de Portugal».

El marqués de San Simón ordenaba que todos los labradores y demás personas que tuviesen tierras, sembrasen medio ferrado de ellas con patatas. El intendente transmitía la orden e indicaba al juez tudense que «por todos aquellos medios le inspiren su conocimiento y la fuerza de sus persuasiones me promete que dedicará toda su eficacia hasta conseguir un auxilio tan preciso en la estación presente». Añadía que era una sencilla operación que nada podía incomodar a quienes la realizasen.

Unos días más tarde, el Ayuntamiento de Vigo emitía un auto por el cual obligaba a todos los vecinos que poseyesen tierras de labradío a sembrar el medio ferrado de patatas recomendado. Aludían los corporativos olívicos a la necesidad de superar la «escasez de frutos que se experimenta». Los miembros de la corporación iban más allá en las medidas destinadas a reabastecer los mercados de cereales. Querían frenar la especulación que unos pocos están realizando con estas cosechas y describen la situación como «detestable ambición de aquellos que contra los sentimientos de la humanidad acopian granos y procuran su estración por medios furtibos y ocultos».

Para frenar esta situación, decidieron inspeccionar todos los graneros de la jurisdicción viguesa. «Y siendo los graneros más probistos los de los señores párrocos» se dirige el Ayuntamiento de Vigo al obispo de Tui para que ordenase a sus sacerdotes que permitiesen la inspección de sus depósitos de granos.

Por el Catastro de Ensenada, de 1753, sabemos que en Vigo y su comarca todavía no se cultivaban patatas. Y si acudimos al interrogatorio general de 1802, que Vigo contestó en el año 1805, comprobamos que tampoco había cultivo de patatas. Con estas dos referencias se puede concluir que la orden dada en 1801 no fue cumplida en Vigo. También es cierto que la guerra contra Portugal solo duró unas semanas, con lo que ya no fue necesario ampliar la disponibilidad de víveres.

Expulsión de portugueses

Otra consecuencia que tuvo la efímera guerra de Portugal afectó a los portugueses que vivían en Vigo. El 15 de marzo, es decir casi dos meses antes de que se produjera el ataque español contra varias localidades portuguesas en el Alentejo, el juez alcalde de Vigo, Manuel Morales, publicaba un edicto a través del que daba un plazo de ocho días a los «basallos de S.M. Fidelísima», es decir María I de Portugal, para que abandonasen la villa y su jurisdicción. «Pasados no lo haciendo se procederá contra ellos y se considerarán prisioneros de guerra».

En aquella orden había algunos matices. «Así mismo hago saver a todos los artesanos mecánicos de la nación portuguesa residentes en esta villa y dicha jurisdición que se hallen establecidos y connaturalizados dentro del mismo término prefijado se internen veinte leguas [algo menos de cien kilómetros] adentro de los dominios de S.M. Cathólica», en el caso de que quisiesen permanecer en España.

La guerra duró tan poco que la medida no tuvo tiempo material para poder desarrollarse.

Fuente: lavozdegalicia.es


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