Seguridad Alimentaria: Hay un alimento en Perú que podría salvar al mundo del hambre
En Perú hay un parque que alberga más de 1,300 variedades de tubérculos y los científicos creen que podrían salvar al mundo de la próxima gran crisis alimentaria.
Los cambios ambientales que genera la crisis climática, como las sequías e inundaciones, han generado retos para los agricultores.
A largo plazo, considerando un futuro catastrófico, podría ocasionar una crisis alimentaria que provoque hambruna a nivel mundial. Para no llegar a ese punto, los científicos deben encontrar un alimento que se adapte y soporte los climas cambiantes del futuro.
Es posible que la solución se encuentre en un alimento básico que forma parte de la dieta diaria de muchas personas: la papa.
En la cima de los Alpes Peruanos se encuentra el Parque de la Papa, un lugar que alberga 1,367 variedades de patatas en el Valle Sagrado de los Incas. El lugar se convirtió en un museo viviente de los tubérculos, pues son sembrados y cuidados bajo procesos de agricultura ancestrales.
El Parque de la Papa mantiene una de las variedades de alimento más altas del mundo y se encuentran en constante evolución.
Las papas han sobrevivido gracias a que son sembradas a diferentes altitudes, combinaciones y dan resultado a nuevas estructuras genéticas capaces de adaptarse.
Los agrónomos estudian las papas y buscan descifrar su estructura genética para encontrar alimentos que sobrevivan al inminente cambio climático.
Los agricultores peruanos podrían tener la solución, pues ellos han experimentado y combinado diferentes tipos de papas para generar nuevas especies durante miles años.
La patata fue domesticada hace 7 mil años en los territorios que serían incáicos y ese proceso de selección artificial la convirtió en un alimento tradiciona,l no solo en Perú, sino en el mundo.
Una de las combinaciones más resistentes que se han encontrado hasta ahora es un tipo al que los locales llaman el ‘padrino’ de las papas domesticadas.
Este tipo de patata crece en lo alto de las montañas y es fertilizada por estiércol de burros y alpacas salvajes. Sin embargo, las semillas también han crecido en cultivos y corrales de los lugareños.
Los peruanos mezclan y experimentan con los cultivos para encontrar semillas que sean más resistentes. Esas semillas son aisladas, guardadas y codificadas de manera especial para ser estudiadas en laboratorios.
En 2017, 650 semillas fueron enviadas a una bóveda noruega para ser resguardadas a -18º Centígrados. Asimismo, en Perú existe el Centro Internacional de la Patata (CIP), en donde albergan más de 4,600 tipos de papas y tienen el banco de genes in vitro más grande del mundo.
Desde 2015, el CIP y la NASA trabajan en conjunto para probar si pueden sembrar papas en Marte. Así que estos tubérculos pueden ser el alimento del futuro dentro y fuera de la Tierra.
Fuente: www.vix.com
