España: La agria triunfa como Pataca de Galicia

Pataca de Galicia ha crecido. Y lo ha hecho ampliando su territorio a toda la comunidad gallega y aumentando también las variedades de tubérculo que pueden ser cultivadas al amparo de este sello de calidad. La medida, aprobada recientemente, entró en vigor durante esta campaña. Y ya está dando sus primeros resultados. Por ahora no son muchos los productores de otras zonas de Galicia que se han sumado a este marchamo de calidad. Pero sí que han sido bastantes los que han apostado por incorporar la patata agria a la IXP. De hecho, en base a las cifras recolectadas por el consello regulador durante la temporada de siembra, se estima que la cosecha de este año que llevará el sello de calidad será más abundante. Y eso a pesar de que en Galicia se recogerá menos producción de este tubérculo por las altas temperaturas registradas durante el verano.

Un total de 76 agricultores declararon al consello regulador que iban a plantar patata amparada por la IXP, lo que supone que el tubérculo se cultivará en parcelas con una extensión total de 550 hectáreas. «É o dobre do que rexistramos o ano pasado», explican en esta entidad. La ampliación de la IXP no ha supuesto, por ahora, un notable incremento en el número de agricultores que se han inscrito en esta indicación. De hecho, el censo está formado por 94 productores, que son solo quince más que en las mismas fechas del año pasado. Tampoco han aumentado notablemente el número de empresas envasadoras, pues solo hay una nueva.

Lo que hará crecer este año la cosecha de patata amparada por la IXP será la incorporación de nuevas variedades. Hasta ahora, solo podía ser comercializada bajo este marchamo de calidad la Kennebec. Pero, tras la ampliación, los agricultores pueden plantar también agria y Fina de Carballo. Y esa medida ha llevado a que se hayan plantado casi el doble de hectáreas de patata que hace un año. Crecieron las destinadas a Kennebec, que este año son alrededor de 317, pero hubo también una gran demanda de las fincas en las que se plantará agria, que han pasado de ser cereo a 232 hectáreas. Menos éxito ha tenido la Fina de Carballo, de la que se plantaron poco más de mil metros cuadrados.

Con todos estos datos de siembre en la mano es de esperar que la producción amparada por la indicación geográfica crezca notablemente durante la actual campaña, que empezó hace más de dos semanas con la recogida de los primeros kilos del tubérculo en Coristanco y A Limia. Habrá más patata con IXP en un año en el que, curiosamente, se prevé una cosecha inferior a la de otros ejercicios. «Declarouse moita agria, case tanta coma Kennebec e por iso prevemos un lixeiro aumento da produción», explica el presidente de la IXP, Guillermo Budiño. Reconoce también que este será un año escaso. «Vai haber menos produción polo excesivo calor que fixo durante o verán», asegura. A cambio, sostiene, la calidad será buena. O eso es lo que dicen las primeras muestras.

 La indicación geográfica protegida ampliará en breve su territorio a toda la comunidad

Hace ya cinco años que la temida polilla de la patata hizo su aparición en Galicia. Y, aunque recientemente fue detectado un nuevo brote que obligó a tomar medidas en diversas parroquias de la provincia de A Coruña, también se levantaron todas las prohibiciones que pesaban sobre los lugares a los que inicialmente llegó esta plaga. Ahora, la comunidad lucha por recuperar este producto, aunque en la indicación geográfica protegida Pataca de Galicia tienen claro que la incidencia de la misma no fue, por fortuna, la temida. «Creemos que a consellería actuou correctamente neste problema. Foi un pouco dura ao principio, pero agora estamos vendo os resultados», explica Guillermo Budiño, presidente de la IXP. Alrededor de seis millones de patatas se producen cada año al amparo de este sello de calidad, que en breve ampliará su ámbito a toda la comunidad. Y es que «a pataca cultivada en calquera punto de Galicia é espectacular», argumenta.