España (Salamanca): Las patatas rebasan en los almacenes

Cantalpino es la zona de Salamanca más tardía en empezar la cosecha de patata y la que ahora tiene más producción en la tierra. Los almacenistas ya contactan con la decena de agricultores para ir arrancando las patatas que faltan y dejar las tierras limpias, aunque esa llamada depende de las opciones de venta y también de la capacidad de almacenamiento porque, como dice Josafat Martín González, de Patatas Poli, ahora mismo “estamos al límite y con el problema de conservarlas”.

Este año Bruselas prohibió los productos antigerminativos que se utilizaban y los almacenistas sin instalación de frío se encomiendan a la meteorología, con la confianza de que las bajas temperaturas permitan conservar algo más de tiempo las patatas. Al menos hasta que la hostelería pueda volver a abrir de forma general, porque es ese el destino de la patata que es mayoritaria aquí, la agria.

Josafat cosechó hace unos días esa variedad y, fábula, que, como la agria, se vende de lograrlo a entre 10 y 12 céntimos el kilo. “Ahora las dos están más o menos igual”, dice. En su caso, en el almacén predomina ahora mismo la variedad agria. “Lo que le viene bien a la patata que tenemos guardada es que haga frío, pero lo que no vamos a hacer nosotros es meterles hielo porque encima que no valen nada no podríamos tener también más gastos. Te come el dinero”, apunta. El riesgo este año de almacenar por la falta de producto antigerminativo es lo que hizo que la mayoría de agricultores vendieran la patata lo antes posible, incluso aquellos que solían esperar unos meses conocedores de que entonces podría valer algo más de dinero. Esto es lo que hace que ahora la patata esté en manos de almacenistas y de cooperativas como Aranpino.