Francia: Burger King compra 200 toneladas de patatas y se las regala a los clientes

La historia publicitaria de Burger King daría para escribir un libro: la cadena cuida mucho su marketing y está constantemente lanzando campañas que destacan por su sentido del humor, por su creatividad o incluso por su “mala leche” cuando alimentan la divertida rivalidad que mantiene con su principal competidor, McDonald’s.

Sin embargo, últimamente BK ha optado por añadir otro componente a sus campañas y ha mostrado su cara más solidaria. Su última idea: una acción masiva para prestar ayuda a los agricultores franceses.

La pandemia de Covid-19 ha asestado un golpe mortal a la hostelería y, con ella, han caído como piezas de dominó todos los sectores que dependían de la misma. Uno de estos afectados es el sector agrícola que, a causa de los confinamientos y el descenso del consumo en establecimientos, se han encontrado con toneladas de productos que no han podido vender.

Burger King ha ideado una acción solidaria para dar un respiro a los agricultores franceses, concretamente a los que cultivan la patata: les han comprado 200 toneladas de patatas frescas para regalárselas a sus clientes.

Así, cada cliente que haga un pedido en los restaurantes que cuentan con drive-thru recibirá de manera gratuita una bolsa de 1 kg de patatas para llevarse a su casa, envasadas en una red con una etiqueta que anima a la gente a seguir comprando este producto como propósito para 2021.

La campaña es obra de la agencia Buzzman y tiene el largo nombre de We’re keeping french farmers feelling chipper, que literalmente significa “mantenemos alegres a los agricultores franceses”, pero que también incluye un juego de palabras intraducible: en inglés, chip significa “patata frita”.

Burger King lanza esta acción tras haber realizado otra campaña en la que pedía noblemente a los clientes que consumieran también en las cadenas de la competencia para ayudar a toda la hostelería en su conjunto. Suponemos que cuando pase el drama de la pandemia volveremos a disfrutar de las ácidas sátiras contra McDonald’s que tantas sonrisas nos han arrancado.