Uruguay: La oferta de papa es suficiente como para que no se dispare el precio

Considerando cómo se ha desarrollado la producción nacional, salvo suceda algo muy extraño el precio de la papa, uno de los productos más demandados por los consumidores locales, seguirá estable en bajos niveles durante los próximos meses, con base eso en una oferta que supera largamente una demanda que incluso se ha resentido.

En los puntos de venta hay un amplio abanico de precios, con base en las variedades, calibres y calidades, pero este miércoles había ofertas en puestos del Mercado Agrícola Montevideo (MAM) de papa desde los $ 20 por kilo.

“No creemos que haya problemas de abastecimiento ni variaciones al alza del precio”, afirmó a El Observador Alfonso Grela, asesor privado en la gestión del sector productivo.

Detalló que el área sembrada en el otoño fue levemente superior a los antecedentes inmediatos, con un rendimiento elevado y buenas calidades.

Durante enero los calores excesivos de la primera quincena y las lluvias casi constantes en la segunda impidieron avanzar en las instalación del cultivo, pero luego la siembra se realizó en una fecha óptima, básicamente en febrero, con algún productor que recibió lluvias en ese mes y debió correr la fecha de siembra.

Con cultivos que se riegan en más del 90% del área (los comerciales se riegan todos, prácticamente), con la técnica de riego por goteo que hace que ese manejo sea muy eficiente, el desarrollo del cultivo fue muy rápido, aprovechando que hubo una buena radiación solar, con temperaturas adecuadas.

A lo anterior le sucedió un tiempo seco, desde mayo y en todo junio, en una ventana de cosecha ideal. Por lo tanto, se están enviando al mercado volúmenes más elevados con relación a estos momentos de otros años, lo que ha generado que el precio no repunte e incluso baje, existiendo una presión de la oferta claramente bajista en el tema valores, como siempre positivo para el consumidor, no para los productores.

Las condiciones del tiempo han permitido cosechar semillas de variedades de ciclos cortos, pensando en las siembras tempranas de la próxima zafra de primavera (en julio, agosto y setiembre), lo que permitirá un ingreso temprano de la papa de esa próxima producción cuando vaya quedando en cámaras el remanente de la papa de otoño (suele suceder en diciembre).

Otro destaque es que se ha ido procesando un cambio varietal, con muchas más variedades y más productivas. Eso, y la práctica ya generalizada de cosecha en bins y almacenaje en frío posibilitan diferir la oferta cuando hay un exceso de oferta, guardando papa también en galpones aprovechando que hay bajas temperaturas.

Grela expresó que el nivel de precios en la papa y la incidencia del rubro ha contribuido a bajar el IPC en este renglón del índice.

Otras realidades que indicó son que el tipo de cambio en Uruguay y Argentina hace que en zonas locales próximas a la frontera el consumo se haya retraído, y que el consumo doméstico está también retraído porque el nivel de salarios y jubilaciones no se ha recuperado al nivel que sí se recuperó el PBI de la economía.

Otro cambio destacable se expresó en la composición del uso de semilla, con menor cantidad de ese insumo importado, con base en que en las anteriores dos zafras de 2021 hubo una buena producción, con menores niveles de precio y se ambientó un mayor uso de semilla propia para bajar los costos. De todos modos, sigue siendo necesaria una participación de semilla importada, para renovar ese insumo en próximos cultivos.

La encuesta del MGAP

La superficie sembrada con papa en el ciclo de primavera 2021/22 fue estimada en 1.292 hectáreas (con 1.202 has regadas), siendo este valor 6% inferior a la superficie de la zafra de primavera del año pasado (1.372 has).

El dato fue expuesto en los resultados de la Encuesta de Papa Otoño 2022, elaborada por la Oficina de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.

La producción de esta zafra se estimó en 29,7 mil toneladas, con un rendimiento medio de 23 toneladas por hectárea.

La producción total de esta zafra es un 13% menor a la de la zafra de primavera 2020/21 (34,1 mil toneladas), debido en parte a una reducción de la superficie sembrada, pero también a un menor rendimiento de los cultivos.

El rendimiento promedio de 23 toneladas por hectárea si bien es alto, es comparativamente menor al de la pasada zafra de primavera que marcó un récord absoluto con 24,9 toneladas por hectárea.

La proporción de superficie regada es muy alta y alcanzó en esta zafra al 93% del área del cultivo.

La gran mayoría de la producción cosechada ya había sido comercializada al momento de la encuesta, restando por comercializar solamente 1.670 toneladas en ese momento.

La gran mayoría de la producción dispone de la tecnología de riego.

Zafra de otoño

La superficie sembrada en la zafra de otoño 2022 es de 2.538 hectáreas, resultando un valor 4% superior a la zafra de otoño del año anterior (2.434 has).

En cuanto a la procedencia de la semilla, el 73% de la superficie de cultivo se sembró con semilla propia, el 4% con semilla nacional comprada y el 23% restante con semilla importada.

Se compraron 1.648 toneladas de semilla importada para sembrar una superficie de 591 hectáreas, lo que da una densidad promedio de 2,78 toneladas por hectárea.