España (Galicia): Los ’pataqueiros’ de A Limia y Coristanco miran al cielo, que retrasa la siembra
La lluvia frustra el cultivo "de cedo" en Bergantiños y encharca las fincas limianas en una campaña con semilla escasa y cara
Tras un mes de marzo en el que la lluvia y el frío se conjuraron, los productores de patata aguardan que el cielo conceda una tregua para preparar las tierras. En Coristanco, la siembra del tubérculo "de cedo" —que debía haberse ejecutado entre mediados de marzo e inicios del mes en curso— se ha visto postergada por los aguaceros y los agricultores ya asumen que tocará plantarla prácticamente junto a la patata de temporada, entre abril y mayo. Entre tanto, en A Limia, están pendientes del calendario y, echando cuentas, confían en poder comenzar a plantar antes del 15 de mayo si el sol releva con decisión a las nubes y comienza a secar los terrenos, inaccesibles para los tractores al estar anegados.
"O normal é comezar a plantar en torno ao día 20 deste mes e de aí para adiante. Ata o 10-15 de maio non sería tarde", explica el gerente de Patatas Ama, Amador Díaz, que se muestra esperanzado ante un pronóstico meteorológico que avanza "oito días sen chuvia". En la comarca limiana —donde se plantan entre 3.500 y 3.800 hectáreas, de las que en las últimas cosechas se recogieron unas 120.000 toneladas—, la dificultad radica en poder acceder a las fincas para repartir el gallinazo, arar y fresar la tierra para luego poder sembrar. Cual pescadilla que se muerde la cola, el problema que acarrea retrasar las labores de plantación es que tardará más en llegar la cosecha, que suele acometerse entre septiembre y octubre. "Se o facemos moi tarde e vén a chuvia pronto, corremos o risco de que non poidamos recoller o froito", indica Díaz, que preside la Asociación de Produtores de Pataca da Limia, una labor que compagina con su papel de alcalde de Xinzo.
Las abundantes precipitaciones ya torpedearon la cosecha de cereales de invierno. En A Limia, además de sembrar colza en septiembre, una vez recogidas las patatas las fincas se aprovechan para cultivar trigo de invierno, al que se da salida para producción de piensos. "Das entre 3.000 e 4.000 hectáreas da comarca, só se botou un 10% e desta parte incluso hai unha porción que hai que volver sementar. Así que nos toca dobre choio", refiere Díaz, que señala que el agua también "fastidiou a colza". A estas alturas, las esperanzas están puestas en las cebadas y en el trigo de primavera.
O normal é empezar a plantar en torno ao 20 de abril. A dificultade agora é poder acceder ás terras para poder preparalas", señala el presidente de la Asociación de Produtores de Pataca da Limia
SEMILLA ESCASA Y CARA. En la comarca, la reina de los tubérculos es la variedad agria, que copa el 70% de la producción, por delante de la kennebec. El empresario, que este lunes se encontraba vaciando los sacos con semilla certificada que recibió en los últimos días para evitar que germine en exceso de cara a la sementera, confirma que algunos productores se están encontrando con escasez de patata de siembra que, en consecuencia, también resulta más cara.
¿De dónde viene la semilla?
"Eu cómproa nacional: de Burgos, Vitoria, Álava...", explica Díaz, que señala que también llega tubérculo de Holanda, Francia y de otros grandes países productores y al que le consta que hay agricultores limianos que "están tendo dificultades" para surtirse y que se están encontrando "con prezos desorbitados".
En un escenario en el que carburantes y fertilizantes químicos se han abaratado algo desde los niveles disparados que propició la guerra de Ucrania, Díaz sitúa entre las dificultades con las que se encuentra el sector "a diferenza de condicións" a nivel de controles sanitarios del producto que llega de países como Marruecos o Israel, con pautas diferentes en lo que toca, por ejemplo, al uso de plaguicidas.
En cuanto a precios, no se atreve a hacer pronósticos tras una campaña en la que, admite, "permaneceron elevados". "A globalización é a que nolos impón", señala el empresario, que apunta que en unos días arrancará la cosecha en Sevilla y Cartagena y que, a partir de ahí, el mercado irá marcando el precio.
Con la producción amparada por la IXP Pataca de Galicia, el gerente de Patatas Ama —una empresa familiar activa desde 1989— recoge unos 280.000 kilos en las siete hectáreas que cultiva junto a las 35 que dedica a cereal. El presidente de los ’pataqueiros’ de A Limia, que recuerda como de pequeño ayudaba a sus padres sembrando con las vacas, destaca que la suya fue la primera firma gallega que vendió este alimento a través de internet, en 2014, un canal a través del cual hace apenas ocho días, el 2 de abril, agotó las existencias.
BERGANTIÑOS. En otro de los grandes vergeles de Galicia, Coristanco, el presidente de los productores, Juan Ramón Sanjurjo, también mira al cielo y calcula que las fincas "necesitan unha ou dúas semanas de bo tempo para que vaian secando e, logo, outra máis para traballar a terra". Al juntarse la siembra de los tubérculos "de cedo" con los de temporada, los agricultores dan por descontado que la recogida se concentrará en septiembre, cuando en otras campañas empezaban "a apañar" en julio.
As de cedo e as de tarde van ir máis ou menos nas mesmas datas. O inconveniente é que en setembro apañaremos todo", indica el presidente de la asociación de productores de Coristanco
El minifundismo reina en un ecosistema en el que predominan los pequeños agricultores de edad avanzada. Sanjurjo estima que la treintena de productores que se dedican al tubérculo de forma profesional siembran algo más de 100 hectáreas, en las que la kennebec impera, junto a una cantidad "testemuñal" de la ‘fina de Carballo’, que no resulta rentable.
Ante un cultivo al que acechan plagas como el mildiu, si su ciclo de producción coincide con un clima demasiado húmedo, o los insectos si, por el contrario, arrecia en exceso el calor, el empresario señala que en un buen año se pueden recoger 20.000 kilos por hectárea de kennebec. En su caso, la semilla —certificada como libre de virus y bacterias— llega de Ávila, Luxemburgo, Francia o Bélgica. Únicamente utiliza una pequeña parte de la cosecha del año anterior para resiembra en las primeras fincas que planta al inicio de la campaña. "Non é como sucede coas fabas ou o millo. Neste caso, utilizar a mesma semente é malo para a produción", expone el profesional, que surte a restaurantes de A Coruña y Santiago.
UNA MARCA PROPIA: PATACA DE CORISTANCO. Además de recordar a los consumidores que en el mercado solo hay auténtica patata de Coristanco "ata marzo ou abril", los artífices de este producto —que en un 99% se consume en Galicia— luchan por un sello propio a mayores de la IXP, que abarca a productores de kennebec, agria y ‘fina de Carballo’ de A Limia, Monterrei, Bergantiños y Lugo. "Queremos que a xente nos identifique", recalca Sanjurjo.
Fuente: galiciae.com