Argentina: «El consumo frutihortícola ha caído notablemente y nos recuerda al 2001»
El titular de la Unión Frutihortícola Argentina región Cuyo, Omar Carrasco, brindó un panorama desolador sobre la situación del sector.

Afirmó que la caída del consumo de frutas y verduras ha sido notable, llevando a los productores a vivir una crisis que les recuerda al 2001. «La situación es tan crítica que, a pesar de que la producción de cítricos se redujo a la mitad por heladas en la región, los precios en el campo son más altos que en los mercados porque la demanda no existe. Aumentó, pero no se vende”, aseguró al principio del reportaje. «Los productores están vendiendo por debajo de sus costos de producción, como ocurre con la papa. La bolsa se vende a $6.000 cuando el costo de producirla es de $8.700», indicó.
La falta de poder adquisitivo como la principal causa que desmorona las ventas Según Carrasco, esta crisis no es estacional, sino que se debe a la falta de poder adquisitivo de la gente. «A la gente no le alcanza la plata. El consumo ha caído notablemente y nos recuerda al 2001 «, afirmó. En esa misma línea, destacó que la situación para el sector frutihortícola es alarmante. Carrasco ejemplificó con el precio del tomate, que hoy no supera los $20.000 la caja, cuando el año pasado llegó a valer $80.000. El dirigente lamentó que esta situación, que podría ser favorable para el consumidor con dinero, afecta directamente la rentabilidad de los productores.
Futuro incierto para el sector y reclamos al gobierno nacional Ante la gravedad de la crisis, la Unión Frutihortícola Argentina se está organizando con otros mercados para solicitar al gobierno nacional la declaración de emergencia para el sector. Esto involucraría la implementación de subsidios y créditos a tasas razonables. «Es fundamental que las autoridades escuchen nuestros reclamos para que tengan la información necesaria para tomar medidas que ayuden a los productores», declaró. Aunque existe la esperanza de que la situación mejore con el cambio de temporada, el dirigente admitió que el futuro es incierto y que muchos productores, afectados por los bajos precios de productos como la papa, la zanahoria y la cebolla, están optando por vender parte de sus tierras para poder seguir plantando. «La idiosincrasia del productor mendocino, de seguir trabajando a pesar de las adversidades, es lo único que mantiene vivo al sector», sentenció.
Fuente: diariosanrafael.com.ar